sábado, 29 de noviembre de 2008

sábado, 22 de noviembre de 2008

de Charles Chaplin, muy lindo

Ya perdoné errores casi imperdonables.
Trate de sustituir personas insustituibles,
de olvidar personas inolvidables.
Ya hice cosas por impulso.
Ya me decepcioné con algunas personas , mas también yo decepcioné a alguien
Ya abracé para proteger .
Ya me reí cuando no podía .
Ya hice amigos eternos.
Ya amé y fui amado pero también fui rechazado.
Ya fui amado y no supe amar.
Ya grité y salté de felicidad.
Ya viví de amor e hice juramentos eternos, pero también los he roto y muchos.
Ya lloré escuchando música y viendo fotos .
Ya llamé sólo para escuchar una voz .
Ya me enamoré por una sonrisa.
Ya pensé que iba a morir de tanta nostalgia y ...
Tuve miedo de perder a alguien especial (y termine perdiéndolo) ¡¡ pero sobreviví !!
Y todavía vivo !!
No paso por la vida.
Y tú tampoco deberías sólo pasar ...
VIVE!!!
Bueno es ir a la lucha con determinación abrazar la vida y vivir con pasión.
Perder con clase y vencer con osadía,
por que el mundo pertenece a quien se atreve
y la vida es mucho más para ser insignificante.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Angel para un final (Silvio Rodriguez)

Cuentan que cuando un silencio aparecía entre dos,
era que pasaba un ángel que les robaba la voz.
Y hubo tal silencio el día que nos tocaba olvidar que,
de tal suerte, yo todavía no terminé de callar.
Todo empezó en la sorpresa,
en un encuentro casual,
pero la noche es traviesa cuando se teje el azar.
Sin querer se hace una ofrenda que pacta con el dolor
o pasa un ángel,
se hace leyenda y se convierte en amor.
Ahora comprendo cuál era el ángel que entre nosotros pasó.
Era el más terrible, el implacable, el más feroz.
Ahora comprendo en total este silencio mortal.
Ángel que pasa, besa y te abraza, ángel para un final.
El amor desconoce el deber. El deber es un lastre, una formalidad. El amor es una alegría, un compartir; el amor es informal. El amante nunca siente que ha hecho ya suficiente; siempre piensa que puede hacer más. El amante nunca siente: He complacido al otro. Por el contrario, siente: Me siento complacido porque mi amor ha sido recibido. El otro me ha complacido al aceptar mi regalo, al no rechazarlo.
Este amor que se puede convertir en un contacto con la propia verdad es algo que sólo surge de tu conciencia; no de tu cuerpo, sino de lo más profundo de tu ser. El deseo surge de tu cuerpo; el amor surge de tu conciencia. Pero la gente desconoce su conciencia, y de esta manera se perpetúa el malentendido: confunden el deseo carnal con el amor.
Hay muy pocas personas en el mundo que conozcan el amor. Son aquellas que se han vuelto muy silenciosas, llenas de calma… y que, como fruto de ese silencio y de esa paz, han entrado en contacto con lo más profundo de su ser, con su alma. Una vez que entras en contacto con tu alma, tu amor se convierte no en una relación sino, sencillamente, en tu sombra. Dondequiera que vayas, con quienquiera que vayas, estás amando.
Ahora mismo, aquello que llamas amor está dirigido hacia alguien, circunscrito a alguien. Sin embargo, el amor no es un fenómeno que se pueda acotar. Puedes sostenerlo con las manos abiertas, pero no lo podrás encerrar en tus puños. En el momento en que cierras tus manos, te das cuenta de que están vacías. En el momento en que las abres, toda la existencia se ofrece ante ti.
Sócrates está en lo cierto: aquel que conoce el amor, conoce la verdad, porque son sólo dos nombres para una misma experiencia. Date cuenta de que si no has conocido la verdad tampoco has conocido el amor.
“No hay mejor ayuda que el amor para alcanzar esta bendición de la naturaleza humana”
“El hombre que practique los misterios del amor entrará en contacto no con un reflejo, sino con la verdad en sí.”

Vivir es...

Caminar por la calle sin tener miedo,
saber decir que no,
levantarse a cualquier hora y no sentirse culpable,
comer cuando se tiene hambre,
saber decir que sí,
cumplir con las obligaciones sin sentirse obligado,
poder mirar a todos sin sentirse avergonzado,
estar contento con uno mismo,
trabajar sin que sea trabajo,
tener ganas de vivir,
tener conocimiento de sí mismo,
tener miedos y superarlos,
no tener miedo de tener miedo,
saber compartir lo que se tiene,
dar a los que amamos y tener tiempo para nosotros,
caminar por una playa desierta y sentirse acompañado,
tener amigos que nos quieran,
poder conversar con nuestros hijos,
poder saber estar en silencio,
saber que hay cosas que nos preocupan,
tener conciencia de que nos aman y no buscar que nos amen,
sentir que estamos vivos,
saber aceptar lo que nos toca,reír y llorar cuando queremos,
poder descansar sin que nos cansemos,
poder mirar las estrellas sin que nos olvidemos de nosotros,de nada, de nadie,
saber pedir perdón,
saber sufrir, olvidar, perder, ganar, perdonar, morir, y poder dar sin que nos importe,
saber que podemos equivocarnos,
reconocer que hay personas que no nos quieren,
saber soñar,
no tener de que arrepentirse, pero saber hacerlo,
aceptar al prójimo como es,
saber comprender el llanto de los demás,
estar contentos por lo que somos,
saber jugar como los niños,
tener conciencia de que somos pequeños, pero importantes,
saber ser feliz y saberlo,
saber que somos un mundo en el que cabe todo un mundo,
no mentirnos,
saber que para alguien somos un mundo,
saber aceptar lo que nos dan,
no exigir,
poder dar cuando nos piden,
saber dar sin que nos pidan,
saber ser orgulloso,
saber ser humilde,
saber mirar una mujer,
saber mirar un hombre,
no tener miedo de nuestra libertad,
no tener ataduras,
saber cambiar,
saber: hacer, decir, pensar, amar, todo.
Saber vivir entonces es: comenzar

domingo, 2 de noviembre de 2008

Dijo Buda

Cuando no tengas nada importante que decir, guarda el noble silencio. Si no puedes mejorar lo dicho, por otros, guarda el noble silencio.
Una vez hemos pronunciado las palabras, nos hacemos presos de las mismas. Vigila tus palabras.
A veces el hombre no puede controlar las circunstancias, pero siempre puede controlar su propia mente.
He aquí la suprema sabiduría y la más noble: conocer la aniquilación de todo el sufrimiento. He aquí la suprema paz y la más noble: el apaciguamiento de la avidez, del odio y de la ofuscación.
La vida de pureza no se practica para conseguir fama, honores ni provecho, ni para lograr una moralidad, conocimiento y visión perfectos.
La definitiva liberación de la mente, esta y solo esta es la finalidad de la vida de pureza, esta es su esencia, esta es su consumación.

Desiderata

Camina plácidamente en medio del ruido y la prisa, y recuerda qué puede haber paz en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Diga su verdad, calladamente y claramente, Escucha a los otros aunque sean ignorantes; cada uno de ellos tiene también su historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas, porque ellos molestan el espíritu.
Si se compara con otros usted puede hacerce vano y amargado; porque siempre habrán personas mayores y menores que usted.
Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes.
Ama tu carrera aunque sea humilde; es la fortuna real de tu vida.
Sé prudente en tus negocios pues, porque el mundo está lleno de personas sin escrúpulos.
Pero tambien, no permitas que esto te ensegue a las virtudes que existen; muchas personas se esfuerzan para los ideales altos; y por en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Séa usted mismo.
Especialmente, no pretenda disimular sus inclinaciones.
No seas cínico en el amor, pues en medio de todas las arideces y desengaños, es perenne como la hierba.
Acepta con serenidad consejo de los años, y renuncie sin reservas las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu, para que te proteja en las adversidades repentinas, muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Conserva una sana disciplina, y sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo no menos que los árboles y las estrellas; tienes derecho para estar aquí.
Vive en paz con Dios cualquiera que sea tu idea de Él y sean cuales fueran tus trabajos y aspiraciones.
Conserva la paz con tu alma.
A pesar de sus falsedades, trabajos pesados y sueños arruinados, todavía es un mundo bonito.
Esfuércese por ser feliz.

Conquistate

Conquístate a ti mismo. Hoy deseo sugerirte que hagas una experiencia contigo mismo, para beneficio de tu propia vida y de los que te rodean. Se trata de que te decidas a pensar y actuar durante sólo una semana:
“Hoy seré feliz. Expulsaré de mi espíritu todo pensamiento triste. Me sentiré alegre. No me quejaré de nada. Hoy agradeceré a Dios la alegría y felicidad que me regala. Trataré de ajustarme la vida. Aceptaré el mundo como es y procuraré encajar en este mundo.
Si sucede algo que me desagrada, no me mortificaré ni me lamentaré, más bien agradeceré, de mis impulsos, pues para triunfar debo superarme, debo tener el dominio de mí mismo. Trabajaré alegremente, con entusiasmo, haré de mi trabajo una diversión. Comprobaré que soy capaz de trabajar con alegría. Resaltaré mis éxitos grandes o pequeños y no pensaré en mis fracasos. Seré agradable. No criticaré a nadie. Olvidaré los defectos de los demás y concentraré mi atención en sus virtudes. No envidiaré nada.
Tendré presente que muchos no tienen lo que yo tengo y que el destino feliz pertenece a los que luchan y que el futuro se resolverá en función de la actuación de mis Hoy. No pensaré en el pasado negativo. No guardaré rencor y practicaré el perdón.”

Vive

Vive cada día como si fuera el último.
Aprovecha al máximo cada hora, cada día y cada época de la vida.
Así podrás mirar al futuro con confianza y al pasado sin tristeza.
Sé Tú mismo.
Pero sé lo mejor de tí mismo.
Ten valor para ser diferente y seguir Tú propia estrella.
Y no tengas miedo de ser Felíz.
Goza de lo bello.
Ama con toda el alma y el corazón.
Cree que aman aquellas personas que Tú amas.
Olvídate de lo que hayas hecho por tus amigos y recuerda, lo que ellos han hecho por ti.
No repares en lo que el mundo te debe y fíjate en lo que le debes al mundo.
Cuando te enfrentes a una decisión, tómala tan sabiamente como te sea posible.
Luego olvídala.
El momento de la certeza absoluta nunca llega.
Sobre todo recuerda, que Dios, ayuda a quienes se ayudan a sí mismos.
Actúa como si todo dependiera de ti, y reza como si todo dependiera de Dios.
Vive cada día a plenitud.