viernes, 31 de octubre de 2008

Podría decirte tantas mentiras

Podría decirte ...que me entretuve con la vida en el camino,que me encontré con un recuerdo de la infancia,que fui detrás de un cometa y se hizo tarde,que me perdí entre diez mil manifestantes.Podría decirte ...que un viejo amigo me invitó a ver el alba,que estuve hablando de negocios con el diablo,que casi casi ... vendo el alma por la gloria ...pero al final ... solo tomamos un café.Podría decirte ... tantas mentiras!algunas tontas,otras no tanto,otras piadosas,otras muy lindas,y algunas más para quedar bien.Y tu ... amor mío ...igual que siempre ...me creerías, porque me amas.Pero esta vez ... sinceramente ...quiero que sepas ...que te fui infiel.Podría decirte ...que tuve un día de esos que no veo salidas,que fui a un bar y me bebí toda mi angustia,que me sedujo una mujer sin apellido,que no recuerdo ... ni el color de su cabello.Podría decirte ...que fue tan solo una aventura de mi cuerpo,que fui una victima del frío de la noche,que al fin y al cabo ... soy un hombre como tantos ...¿Quién no engañó a su mujer alguna vez?.Podría decirte ... tantas mentiras!algunas tontas,otras no tanto,otras piadosas,otras muy lindas,y algunas más para quedar bien.Y tu ... amor mío ... igual que siempre ...me creerías, porque me amas.Pero esta vez ... sinceramente ...quiero que sepas ...que me enamoré.

Friedrich Nietzsche

"Hay que aprender a ver, hay que aprender a pensar, hay que aprender a hablar y a escribir. La meta de estas tres disciplinas es una cultura refinada. Aprender a ver : acostumbrar el ojo a la calma, a la paciencia, a dejar las cosas venir a él, a suspender el juicio, aprender a dar la vuelta a lo partular y a captarlo en su totalidad. Es eso la escuela preparatoria elemental a la vida del espíritu: no reaccionar inmediatamente a cualquiera solicitación, pero saber obrar con instintos que contienen y aislan. Aprender a ver; a mi entender, es casi tener lo que el lenguaje no filosófico llama la fuerza de voluntad : lo que es esencial, aquí es de no querer hacer ninguna cosa, de saber suspender su propia decisión. Toda actitud anti-espiritual, toda vulgaridad viene de la incapacidad de resistir a una solicitación : somos forzado de reaccionar, obedecemos a cada impulso. En muchos casos, una tal obligación ya esta una muestra de enfermedad, de decadencia, un síntoma de extenuación. Casi todo lo que la grosería no filosófica define con la palabra "vicio" no esta más que esta impotencia fisiológica a no reaccionar. Consecuencia práctica de esta educación de la vista : más tarde, cuando tendremos que aprender algo, nos volveremos lentos, desconfiados, reacios. Primero dejaremos acercar con una calma hostil todo lo que es desconocido y nuevo, retiraremos prudentemente la mano. Ser abierto a todos los vientos, prosternarse obsequiosamente ante cada pequeño facto, y prisa a meterse con los otros y todo lo que esta diferente, en pocas palabras la famosa "objetividad" moderna es muestra del peor gusto, es por excelencia lo contrario de la distinción."

Gian Franco Pagliaro

Querida mía, amada mía, amiga mía novia mía, amante mía... Anoche salí con mis amigos; no los conoces, pero ellos te conocen, te conocen porque yo les cuento casi todo lo que me pasa. Hace tanto que somos amigos que basta un gesto, una sola mirada, para darnos cuenta quién de nosotros miente o dice la verdad. Para ellos yo soy un libro abierto, han leído todas mis páginas, menos las que arranqué por una cuestión de pudor; en verdad, tengo que hacer un gran esfuerzo para no hablar de ti. Cuando no menciono tu nombre,
me preguntan... qué me sucede...
Anoche, sin embargo, no pude contenerme, no los dejé hablar, hablé yo todo el tiempo, y de ti, por supuesto, hasta les leí unos versos
que escribí para ti, ....se reían. El amor ha hecho de un analfabeto, un poeta; dijo el flaco. El flaco es un tipo muy gracioso, te caerá bien cuando lo conozcas... en fin. Estos son los versos que escribí para ti, espero que te gusten: Cuando estoy con ella, tengo veinte años,nunca tengo sueño, nunca siento frío,no me canso nunca, siempre tengo ganasde subir al monte, de meterme al río.Cuando estoy con ella, soy un hombre libre,digo lo que pienso, hago lo que quiero,nadie me censura, nada está prohibidocruzo mil fronteras, no conozco el miedo.Cuando estoy con ella, lo demás no importa,lo demás no cuenta, la moral no existe,la experiencia es vana, el orgullo es cuento,el dolor se olvida, el deber no sirve.Cuando estoy con ella, soy tan diferente,soy lo que soy, lo que quiero ser,digo tonterías, como cualquier hombre,como cualquier hombre, que ama a una mujer.Cuando estoy con ella, soy el más fecundo,siembro el universo segundo a segundo.

Lenguaje

Los seres humanos vivimos en el lenguaje como peces en el agua, muchas veces nos pasa en transparencia y no somos conscientes de él.
A través de la palabra pensamos, nos comunicamos, reflexionamos, nos expresamos, opinamos. Es a través de las conversaciones que nos relacionamos con el otro, constituimos equipos, organizaciones, sociedades, proyectos.
Según sea nuestra calidad de conversación con alguien es la calidad de relación que tenemos con esa persona. Es a través de conversaciones que coordinamos acciones (comunicación significa, también, acción en común).
Aprender a comunicarnos, a escuchar al otro, a diseñar conversaciones, es una competencia cada vez más necesaria, tanto a nivel personal como profesional y empresarial.

"El ser humano puede realizar una mirada sobre su emocionar, puede reflexionar porque tiene el lenguaje. Todo vivir humano ocurre en conversaciones y es en ese espacio donde se crea la realidad en que vivimos."
"Maturana ha venido postulando que no controlamos el lenguaje; es el lenguaje el que nos controla a nosotros. Como otras acciones -por ejemplo, el movimiento y la percepción-, el lenguaje es una emanación de nuestra estructura, y a su vez nos determina... La gente puede quedar atrapada por su manera de usar el lenguaje."
Gran parte de los problemas de efectividad y sufrimiento que enfrentamos en el mundo actual (de las organizaciones y en la vida personal) está relacionado con incompetencias que presentamos en la forma de conversar y relacionarnos con otros... Muchas personas sufren por su incapacidad de ser escuchados, por su dificultad para reclamar o su dificultad para reconocer el trabajo de otros.
Madurez es lo que alcanzo cuando ya no tengo necesidad de juzgar ni culpar a nada ni a nadie de lo que me sucede.
Existe una diferencia entre escuchar de verdad y limitarte a esperar que llegue tu turno para hablar. Si te has pasado ese rato preparando lo que ibas a decir no puedes escuchar lo que le preocupa al otro.

En el conversar construimos nuestra realidad con el otro. No es una cosa abstracta. El conversar es un modo particular de vivir juntos en coordinaciones del hacer y el emocionar. Por eso el conversar es constructor de realidades. Al operar en el lenguaje cambia nuestra fisiología. Por eso nos podemos herir o acariciar con las palabras. En este espacio relacional uno puede vivir en la exigencia o en la armonía con los otros. O se vive en el bienestar estético de una convivencia armónica, o en el sufrimiento de la exigencia negadora continua."

Friedrich Nietzsche

Todo lo que se hace por amor, se hace más allá del bien y del mal.

Frases de Louise Hay

Para cambiar tu vida por fuera debes cambiar tú por dentro. En el momento en que te dispones a cambiar, es asombroso cómo el universo comienza ayudarte, y te trae lo que necesitas.

Si esperamos a ser perfectos para amarnos a nosotros mismos, perderemos la vida entera. Ya somos perfectos, aquí y ahora.

Paulo Coelho

Me sentí herida cuando perdí a los hombres de los que me enamoré. Hoy, estoy convencida de que nadie pierde a nadie, porque nadie posee a nadie. Ésa es la verdadera expreiencia de la libertad: tener lo más importante del mundo, sin poseerlo.

Miguel De Unamuno

Si sientes que algo te escarabajea dentro, pidiéndote libertad, abre el chorro y déjalo correr tal y como brote.

Johann Wolfgang Von Goethe

La libertad es como la vida, sólo la merece quien sabe conquistarla todos los días.

George Bernard Shaw

La libertad significa responsabilidad; por eso, la mayoría de los hombres le tiene tanto miedo.

sábado, 25 de octubre de 2008

¿QUÉ ES LA FELICIDAD?

La felicidad no tiene nada que ver con el triunfo; la felicidad no tiene nada que ver con la ambición; la felicidad no tiene nada que ver con el dinero, ni el poder ni el prestigio. La felicidad está relacionada con tu consciencia, no con tu carácter.
Depende de ti.
Depende de ti, de tu estado de consciencia o inconsciencia, de si estás dormido o despierto. Murphy tiene una famosa frase. Dice que existen dos tipos de personas: las que siempre dividen a la humanidad en dos tipos y las que no dividen en absoluto a la humanidad. Yo formo parte del primer tipo: la humanidad puede dividirse en dos tipos, los que duermen y los que están despiertos y, por supuesto, un pequeño grupo entre medias.La felicidad dependerá de dónde estés en tu consciencia. Si estás dormido, el placer es la felicidad. El placer significa la sensación, intentar alcanzar por mediación del cuerpo algo que no se puede alcanzar por mediación del cuerpo, obligar al cuerpo a alcanzar algo de lo que no es capaz. Las personas intentan, por todos los medios posibles, alcanzar la felicidad por mediación del cuerpo.El cuerpo solo puede proporcionar placeres pasajeros, y cada placer se equilibra con el dolor, en el mismo grado, en la misma medida. A cada placer le sigue lo opuesto, porque el cuerpo existe en el mundo de la dualidad, igual que la noche sigue al día y la vida sigue a la muerte y la muerte sigue a la vida, en un círculo vicioso. Al placer lo seguirá el dolor, y al dolor lo seguirá el placer. Pero nunca estarás tranquilo. Cuando te encuentres en un estado de placer tendrás miedo de perderlo, y ese miedo lo emponzoñará. Y, naturalmente, cuando estés perdido en medio del dolor, sufrirás y harás todos los esfuerzos posibles para salir de él, y volverás a caer en lo mismo.
Nosotros nos movemos con esa rueda, aferrados a ella... y la rue-da continúa moviéndose. A veces se presenta el placer y otras veces se presenta el dolor, pero estamos aplastados entre esas dos rocas.Pero la persona adormilada no conoce nada más. Solo conoce unas cuantas sensaciones del cuerpo: la comida, el sexo... Ese es su mundo. Si reprime el sexo se hace adicta a la comida; si reprime la comida se hace adicta al sexo. La energía se mueve como un péndulo. Y lo que se llama placer es, como mucho, simple alivio de un estado de tensión.La energía sexual se recoge, se acumula; te pones tenso y deseas relajar esa tensión. Para quien está dormido, el sexo no es sino un alivio, como un buen estornudo. No produce más que cierto alivio: había tensión, y ha desaparecido. Pero vol-verá a acumularse. La comida solo te proporciona cierto gusto en la lengua; no es mucho por lo que vivir. Pero muchas personas viven únicamente para comer; pocas personas comen para vivir.La historia de Colón es muy conocida. Fue un largo viaje. No vieron sino agua durante tres meses. Un día, Colón miró al horizonte y vio árboles. Si pensáis en lo contento que se puso al ver árboles, imaginaos cómo se puso su perro.Ese es el mundo del placer. Al perro se le puede perdonar, pero a ti no.En su primera cita, un chico, pensando en alguna forma de divertirse, le preguntó a la chica si quería ir a jugar a los bolos. Ella contestó que no le gustaban los bolos. Después el chico propuso que fueran a ver una película, pero ella contestó que no le gustaba el cine. Mientras intentaba pensar en otra cosa le ofreció un cigarrillo, que la chica rechazó. Después le preguntó si quería ir a bailar y tomar copas a la nueva discoteca. Ella volvió a rechazar la propuesta, diciendo que no le gustaban esas cosas.Desesperado, le preguntó si quería ir a su apartamento a pasar la noche haciendo el amor. Para su sorpresa, la chica accedió de buena gana, lo besó apasionadamente y dijo: «¿Lo ves? No hacen falta esas cosas para divertirse».Lo que llamamos «felicidad» depende de la persona. Para la persona dormida, las sensaciones placenteras son la felicidad. La persona dormida vive cambiando de un placer a otro. Se precipita de una sensación a otra. Vive para las pequeñas emociones; lleva una vida muy superficial. No tiene profundidad, no tiene calidad. Vive en el mundo de la cantidad.También hay personas que están entre medias, ni dormidas ni despiertas, que viven en un limbo, un poquito dormidas y un poquito despiertas. A veces se puede tener esa experiencia a primera hora de la mañana: todavía adormilado, pero sin que puedas decir que estás dormido porque oyes los ruidos de la casa, a tu pareja preparando el café, el ruido de la cafetera o de los niños preparándose para el colegio. Oyes todo eso, pero aún no estás despierto. Esos ruidos te llegan vagamente, débiles, como si hubiera una gran distancia entre tú y lo que ocurre a tu alrededor. Tienes la sensación de que forma parte de un sueño. No forma parte de un sueño, pero tú te encuentras en un estado intermedio.Lo mismo ocurre cuando empiezas a meditar. Quien no medita duerme, sueña; quien medita empieza a alejarse del sueño y a dirigirse al despertar, en un estado transitorio. Entonces la felicidad tiene un sentido completamente distinto: tiene más de calidad y menos de cantidad; es algo más psicológico, menos fisiológico.
Al escuchar buena música, algo estalla en tu ser, surge una armonía en ti: te haces música. O, al bailar, de pronto te olvidas de tu cuerpo; tu cuerpo es ingrávido. La gravedad pierde su poder sobre ti. De repente te encuentras en otro espacio: el ego no es tan sólido, el bailarín se funde y se fusiona con la danza.
Ve en busca de la felicidad y después de la dicha. El placer es animal; la felicidad es humana; la dicha, divina. El placer te ata, es una esclavitud, te encadena. La felicidad te afloja un poco la cuerda, te da un poco de libertad, pero solo un poco. La dicha es la libertad absoluta. Empiezas a avanzar hacia arriba; te da alas. Dejas de formar parte de la grosera tierra; pasas a formar parte del cielo. Te conviertes en luz, en alegría. El placer depende de los demás. La felicidad no depende de otros, pero de todos modos es algo distinto de ti. La dicha no depende de nada, ni es nada distinto de ti; es tu ser mismo, es tu naturaleza misma.
Medita sobre esto lo más profundamente posible, porque contiene una de las verdades más fundamentales. Hay que comprender estas cuatro palabras, reflexionar sobre ellas. La primera es placer, la segunda, felicidad, la tercera, alegría, y la cuarta es dicha.El placer es algo físico, fisiológico. El placer es lo superficial de la vida, la excitación. Puede ser sexual o de otros sentidos; puede convertirse en obsesión con la comida, pero está arraigado en el cuerpo. El cuerpo es tu periferia, tu circunferencia, no tu centro. Y vivir en la circunferencia significa vivir a merced de toda clase de cosas que suceden a tu alrededor. Quien busque el placer quedará a merced de la casualidad. Ocurre como con las olas del mar: están a merced de los vientos. Cuando soplan vientos fuertes, aparecen las olas; cuando desaparecen los vientos, desaparecen las olas. No tienen una existencia independiente, son dependientes, y todo lo que depende de algo exterior supone esclavitud.El placer depende del otro. Si amas a una mujer, si ese es tu placer, esa mujer se convierte en tu dueña. Si amas a un hombre, si ese es tu placer y te sientes desgraciada y desesperada sin él, has creado tu propia esclavitud. Has creado una prisión; ya no eres libre. Si vas en pos del dinero y del poder, dependerás del dinero y del poder. Quien se dedica a acumular dinero, si su placer consiste en tener cada día más dinero, será cada día desgraciado, porque cuanto más tiene, más quiere, y cuanto más tiene, más miedo tiene de perderlo.Es una espada de doble filo: querer más es el primer filo de la espada. Cuanto más exiges, cuanto más deseas, cuanto más sientes que te falta algo, más vacío y hueco te sientes. Y el otro filo de la espada es que cuanto más tienes, más temes que te lo quiten. Te lo pueden robar. El banco puede ir a la bancarrota, puede cambiar la situación política del país, hacerse comunista... Hay mil cosas de las que depende tu dinero. Tu dinero no te hace amo, sino esclavo.El placer es algo periférico; por consiguiente, te hará depender de las circunstancias externas. Y es simple excitación. Si la comida es un placer, ¿de qué se disfruta realmente? Solo del gusto... y eso unos momentos, cuando la comida llega a las papilas gustativas y notas una sensación que interpretas como placer. Es una interpretación tuya. Hoy puede parecerte un placer y mañana no. Si sigues comiendo la misma cantidad todos los días, las papilas gustativas dejarán de responder a la comida, y dentro de poco estarás harto. Así es como nos hartamos de las cosas: un día corres tras un hombre o una mujer y al día siguiente intentas encontrar excusas para librarte de esa persona. Es la misma persona; nada ha cambiado. ¿Qué ha pasado entretanto? Te has aburrido del otro, porque el placer consistía en explorar lo nuevo. Resulta que el otro ya no es nuevo; ya te has familiarizado con su territorio. Te has familiarizado con el cuerpo del otro, con las curvas de su cuerpo, con la sensación que te produce su cuerpo. Y la mente ansía algo nuevo...

RECUERDEN

Sentir amor y bondad hacia los demás, no sólo hace que los demás se sientan amados y protegidos, sino que nos ayuda también a nosotros a desarrollar paz y felicidad interior. Recuerden que la mejor relación, es aquella en la que el amor por cada uno excede la necesidad por el otro. Como bien dice Osho “El verdadero amor no es un preámbulo. Es una fragancia”

ALAGUNAS FORMAS

El verdadero placer consiste en la serenidad de la mente y en la ausencia del temor y es alcanzado únicamente por el hombre que posee prudencia, previsión y esta dispuesto a rechazar la gratificación inmediata con miras a una satisfacción permanente y tranquila.

IDEALES

El hombre no es libre de elegir entre tener o no tener ideales, pero si lo es para elegir entre diferentes clases de ideales. Todos los hombres son idealistas y luchan por algo que esta más allá de la obtención de satisfacciones físicas. obtención de satisfacciones físicas.